martes, 9 de diciembre de 2008

LIDERAR EN TIEMPOS DE CRISIS

"Vamos a ver a las empresas
asumir cada vez más
que lo que representan
es más importante que lo que venden"
Jim Collins
Tiempos turbulentos los que nos está dejando 2008 y un 2009 que comienza con difíciles pronósticos. Conectarse con cualquier noticia genera incertidumbre y, en muchos casos, pánico. Las empresas viven estos momentos con sensaciones encontradas, sin saber si alegrarse por lo bueno que ha sucedido o atender al temor que les genera lo por venir.
Es en momentos como estos donde el liderazgo es fundamental. Un liderazgo que mantiene el rumbo, haciendo las correcciones que hagan falta. Un líder que contagia prudencia, pero también confianza.
En situaciones desconocidas y definidas como críticas, las primeras medidas que toman las empresas son restrictivas. Muchas tienen razones fácilmente explicables. Otras son "por si acaso". Todas ellas frenan la marcha, bajan el gasto y las llevan en muchos casos a "hivernar" hasta que pase la tormenta.
Crisis es igual a Oportunidad, nos dice el idioma chino. Esto se ha repetido hasta el hartazgo, pero no es lo que se ve en esta nueva realidad. Pocas son las empresas que utilizan la crisis como oportunidad de crecimiento.
¿Qué puede hacer un líder cuya empresa está en esta situación?
  1. Comunicar, comunicar, comunicar: Es en tiempos de crisis cuando los rumores, muchas veces trágicos, son cotidianos en la organización. La ausencia de comunicación solo genera más rumores. El líder puede hacer reuniones semanales, comunicar la situación, hablar de nuevas medidas. También comunicar qué cosas van a hacerse, dónde estamos situados... Nunca mentir, pero comunicar constantemente. La comunicación es la base de la confianza, fundamental en estas situaciones.
  2. Gestionar emociones: La crisis, la incertidumbre, genera emociones diversas en muchas personas. Hay miedo, hay frustración, hay ira, hay.... el listado es interminable. El líder comienza por conocer sus propias emociones y gestionarlas. También observa con atención y responsabilidad las emociones presentes en su equipo y da un apoyo individual a cada uno, ayudándole a expresar lo que siente.
  3. Fomentar la creatividad: Aunque cueste verlo, estos son buenos momentos para volverse creativos, para buscar nuevas alternativas, para hacer que todos participen mirando hacia adelante. ¡La crisis pasará! y son las organizaciones que se hayan mantenido fuertes y con ideas nuevas las que mejor se posicionarán en ese momento. Es bueno hacer brainstorming o sugerir a todos que piensen maneras de hacer las cosas mejor en su puesto de trabajo. Es el momento de preguntarse todo lo que se daba como establecido.
  4. Desarrollar personas: Las medidas restrictivas suelen traer aparejados "tiempos muertos" o cabezas ocupadas en el miedo. Es en estos momentos donde la formación tiene un papel fundamental. Aproveche para capacitar a la gente, darle nuevas herramientas, aumentar sus competencias. Además de ayudar a que la post-crisis les encuentre en mejores condiciones, contriubirá también al aumento de confianza en una organización que apuesta por las personas.
Un líder en tiempo de crisis toma conciencia de su responsabilidad en la paz interior de las personas a su cargo. No hay necesidad de angustia. Es fundamental la acción.

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