jueves, 2 de octubre de 2008

Pasado, presente y futuro

¿Por qué nos empeñamos en pensar que existe algo que se llama futuro?
El futuro no es más que una idea. Algo que no tiene en sí mismo realidad ni esencia. Cuando llega, pierde su identidad modificando su nombre. Empieza a llamarse presente. Solo existe una sucesión de presentes, ¡de allí su poder!
¿El pasado? Dame un poco de pasado por favor. ¿Dónde está? ¿O crees que esa foto que con tanto celo guardas es tu pasado? No es más que un registro de él, como lo es una factura del dinero que pagaste. Registraste en esa foto un presente para luego recordar que existió, pero que ya no existe. Sin duda ha ayudado a transformarte en quien hoy eres. Sin duda ha moldeado mucho de ti. Pero no existe. No tiene sentido añorarle, sufrir por él, dejar que siga marcándote si su recuerdo no es positivo. Es el momento de revisar la mochila para ver que han dejado esos presentes anteriores en ella. Si la carga es liviana, bienvenida. Si lo que ves en esas cajas de archivo es “culpa” o “resentimiento”, quizás es el momento de hacer una limpieza. El pasado no existe, pero su fruto lo cargas hoy.
Solo hay poder para transformar el ahora. Solo podemos actuar sobre hoy. Hacerlo maravilloso, genuino, increíble. Cuando se juntan las dos coordenadas: ahora y aquí, operas desde una fuerza indescriptible.
Revisa tu ahora. ¿qué le falta? ¿qué le sobra? Ten ya mismo esa conversación que necesitas. Haz ya mismo esa llamada que postergas. Revisa tu agenda para que deje de ser un registro finito de futuros posibles y comience a ser un diario de tus logros de cada “ahora” en cada “aquí”
¿Qué es gestionar el tiempo? Una gran mentira, o quizás mejor decir “ilusión”, que es políticamente correcto. El tiempo ya está gestionado, hace años. Solo podemos gestionar nuestra propia eficacia. El tiempo es solo una convención, como tantas otras. Dentro de poco vamos a cambiar la hora, ¿significa eso que realizamos una modificación sustancial en el tiempo? No, simplemente que todos quedamos de acuerdo en que las siete ya no son siete. Y yo ahora le diré a mi familia en Argentina que no nos separan más cinco horas, sino solo cuatro. Como si eso redujera los kilómetros que hay entre nosotros.
¡Cuántas palabras no dichas esperando el momento oportuno! ¡Cuántos inicios de lunes sin precisar cuál de ellos! Cuánta absurda idea de hablar de la felicidad como destino y no como camino. Has algo ya. Has algo ahora. Has algo aquí. Siente la fuerza del comienzo y luego cópiala al momento siguiente y al siguiente y al siguiente.
Hazte cargo de tu responsabilidad como actor con influencia en tu entorno. Como jefe. Como padre. Como amigo. Como colaborador. ¿Qué puedes hacer para modificar el presente, en este mismo momento? Por favor evita pensar en lo que no puedes hacer. En lo que te falta. En lo que el presidente de la compañía olvidó. Evita poner adjetivos de tamaño en aquello que puedas hacer. Nada es “grande” o “pequeño” cuando se trata de transformar el presente en uno satisfactorio.
¿Para qué estamos aquí? Para transformar cada presente siguiendo la luz de un faro, el faro que para ti escojas que, desde luego, no se llama futuro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Marita, mucho tiempo sin saber de ti. pero ya estas aqui, presente, es lo que cuenta. El pasado ya se fue y el futuro no sabemos si va a venir.
Me alegro. Un abrazo.
Charo

Unknown dijo...

es una alegría poder saber de ti.
bienvenida del mas alla.
jose